María Victoria Zunzunegui, presidenta del Comité Científico de Finsalud, presentará los resultados del estudio ‘Fraudes financieros y salud’ en el Programa Interuniversitario de la Experiencia, en Segovia. La conferencia que impartirá la investigadora, con el título de “Los fraudes bancarios, la calidad de vida y la salud de las personas mayores”, tendrá lugar en el Campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid, mañana 29 de mayo a las 12:00 horas.

El Programa Interuniversitario de la Experiencia es una iniciativa de la Junta de Castilla y León, en colaboración con todas las Universidades públicas y privadas de la Comunidad, dirigida a personas mayores. El objetivo del programa es el de facilitar el acercamiento de las personas mayores a la cultura y a la ciencia, así como promover el intercambio de relaciones y favorecer ocasiones para el aprendizaje. Cualquier persona mayor de 55 años y residente en Castilla y León puede participar en el Programa, ya que no es necesario tener ninguna titulación académica previa.

María Victoria Zunzunegui, en representación de la Fundación Finsalud, expondrá los resultados del estudio pionero sobre el impacto de los fraudes financieros en la salud de las personas. Además de explicar los resultados del estudio ya presentado, María Victoria informará de los actuales proyectos de la Fundación Finsalud y de sus resultados preliminares.

La Conferencia de Zunzunegui ha surgido como una iniciativa de la ‘Asociación Andrés Laguna para la Promoción de las Ciencias de la Salud’ en colaboración con la Universidad de Valladolid. Esta ponencia forma parte de las actividades del Programa Interuniversitario de la Experiencia y se celebrará en el Aula G-124 del Campus María Zambrano en Segovia.

Los resultados de la investigación ‘Fraudes financieros y salud’, realizada por la Fundación Finsalud, fueron publicados en marzo de 2017. El estudio sugiere que los fraudes financieros producen serios perjuicios a la salud y si estos resultados se confirmasen, las personas afectadas podrían solicitar cuidados y compensación por estos daños. Así pues, los fraudes financieros deberían ser considerados un factor de riesgo para la salud de la población y sus efectos deberían investigarse en estudios longitudinales.