Los resultados del artículo “Financial Fraud, Mental Health, and Quality of Life: A Study on the Population of the City of Madrid, Spain”, recientemente publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health, informan de que las personas que han sido víctimas de fraudes financieros tienen mayor probabilidad de estar afectadas por problemas de salud mental que requieren asistencia profesional, presentando además indicadores de peor calidad de vida que la población general. Los resultados de este estudio publicado se basan en los datos de la Encuesta de Salud de la ciudad de Madrid realizada en 2017, con una muestra de 4425 personas representativas de la población adulta madrileña.
Los resultados indican que los fraudes aumentan en un 62% la probabilidad de padecer problemas de salud mental que requieren asistencia profesional. El impacto negativo en la salud mental y la calidad de vida de las personas afectadas es mayor a medida que aumenta el impacto del fraude en la economía familiar. Se han encontrado diferencias de género, ya que en los hombres se manifiesta una disminución significativa de calidad de vida cuando el impacto económico es severo, mientras que en las mujeres ya se observa esa disminución de calidad de vida con fraudes de impacto económico moderado.
El estudio ha sido fruto del trabajo conjunto de dos grupos de investigación de la UNED y del Instituto de Salud Carlos III, a través del instituto mixto de Investigación IMIENS, con la colaboración de Madrid Salud (Ayuntamiento de Madrid) y el apoyo de la Fundación FINSALUD. El estudio incluye los fraudes más frecuentes a los que cualquier persona puede estar expuesta: fraudes en productos de crédito (hipotecas abusivas, préstamos de vivienda en divisas, clausulas suelo y prestamos usurarios) o de ahorros (preferentes, acciones bancarias, y fondos de inversión), y otros menores, como los relacionados con comisiones indebidas o seguros excesivos.
Las Dras. Encarnación Sarriá y Patricia Recio, profesoras de la Facultad de Psicología de la UNED y miembros del equipo de investigación que ha desarrollado el estudio, afirman que “los ciudadanos que han sufrido una pérdida de ahorros o situación de endeudamiento por haber sido víctima de un fraude financiero, más allá de la pérdida económica, pueden sufrir problemas de salud mental y ver disminuida su calidad de vida.” Estos resultados son consistentes con investigaciones anteriores sobre los efectos en la salud de personas afectadas por fraudes financieros.
A pesar de su posible impacto negativo, los efectos de los fraudes financieros en la salud de las personas afectadas no han sido suficientemente documentados. Si los resultados de este estudio son replicados por estudios similares en el entorno europeo, el fraude financiero podría considerarse un nuevo factor relevante en la salud de la población. Esto debería llevar a valorar las posibles responsabilidades de las entidades financieras por prácticas abusivas, así como los posibles derechos de compensación de las víctimas, teniendo en cuenta no solo la pérdida económica sino también el impacto en su salud mental y calidad de vida, que debe recibir la adecuada atención profesional.
Actualmente hay poca información, pero existen organismos como la Fundación FINSALUD que cuyo interés es mantener y mejorar la salud física y mental de las personas que se encuentran en riesgo de exclusión social por haber sufrido pérdidas financieras súbitas.
Descarga el artículo publicado aquí.
» El estudio de FINSALUD ha sensibilizado a los representantes del CESE que propondrán un estudio sobre el gasto sanitario que ha supuesto la crisis financiera en Europa y su inclusión en las encuestas del EUROSTAT.
» María Victoria Zunzunegui, investigadora de FINSALUD y profesora de Epidemiología, ha presentado los datos y resultados del estudio piloto que avalan los cuantiosos daños producidos por las entidades a los afectados a quienes colocaron productos tóxicos
» Patricia Suárez, presidenta de ASUFIN y patrona de FINSALUD introdujo el histórico de fraudes financieros que han azotado nuestro país y la odisea de los afectados por swaps, suelo, preferentes o las hipotecas multidivisa.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) fue testigo ayer de una jornada dedicada a la denuncia de fraudes financieros en España y Europa. Y es que las personas que se han visto afectadas por fraudes financieros, sufren mayores problemas de salud física y psicológica que la población general. Esto viene avalado por un reciente estudio piloto publicado por FINSALUD en la Gaceta Sanitaria que fue presentado en Bruselas ante la Comunidad Europea.
María Victoria Zunzunegui es la investigadora que ha dirigido este estudio que analizó el estado de salud de 188 personas en España afectadas por diversas estafas financieras. «La salud física es claramente peor, el diagnóstico psiquiátrico es mayor y los problemas de sueño son muy grandes», declaraba Zunzunegui a Efe Bruselas.
Se trata de indicadores que señalan que algo les está pasando a estas personas. Así, un 85% de preferentistas que no han recibido compensación económica definen su estado de salud como «malo o muy malo», en comparación con el 32% de la población general. En contraposición, son cifras que se reducen significativamente en quienes han recibido compensación económica. Son problemas que apuntan a problemas de estrés, culpabilidad y conflicto familiar como principales investigadores de malestar entre los encuestados.
Según la presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN) y patrona de FINSALUD, Patricia Suárez, el objetivo de presentar el estudio ante el CESE es concienciar a las instituciones europeas de que las malas prácticas bancarias tienen un impacto en el bienestar de la población. Con esta visita, FINSALUD ha conseguido que el CESE valore la posibilidad de que la Comisión Europa estudie el gasto sanitario que ha supuesto la crisis financiera. Se trata pues, de un estudio necesario que puede demostrar que es posible medir el daño y hacer algo al respecto para mejorar la calidad de vida de los afectados, además de cambiar definitivamente la cultura bancaria.
Representantes de diversos países europeos se identificaron plenamente con la exposición y relataron sus propias experiencias como víctimas de fraudes financieros. Así las cosas, asociaciones de consumidores de países como Francia, Irlanda o Portugal fueron muy contundentes en su condena a estos productos pero sentenciaron la lentitud de la justicia. Es imprescindible, por tanto, que las autoridades en Salud Pública de la UE y Autoridades Financieras articulen medidas de atención directa médicas y psicológicas a los afectados y correctivas para evitar daños futuros para situaciones similares
Además, el CESE propondrá que se incluyan preguntas para estudiar el impacto en la salud de los afectados por fraudes financieros en la oficina estadística comunitaria, Eurostat. Las encuestas de salud europeas incluyen muestras de decenas de miles de personas en cada país participante de la Unión Europea, siendo estas muestras representativas de la población de cada país. Estas muestras poblacionales nos permitirían estimar la prevalencia del fraude bancario (porcentaje de personas afectadas por fraudes bancarios) y sus factores asociados, tales como los indicadores de salud y la utilización de servicios de salud (visitas médicas, urgencias, hospitalizaciones, uso de medicamentos, etc).
Conferencias como la celebrada ayer en Bruselas propician que en un futuro podamos obtener datos del impacto del fraude en la salud de los europeos. El problema no es solo de España, sino del sistema financiero en su conjunto.
Patricia Suárez y Ma Victoria Zunzunegui presentan el estudio de FINSALUD
Patricia Suárez y Ma Victoria Zunzunegui presentan el estudio de FINSALUD
Patricia Suárez y Ma Victoria Zunzunegui presentan el estudio de FINSALUD
Representantes del CESE escuchan la presentación del estudio de FINSALUD
Patricia Suárez y Ma Victoria Zunzunegui a las puertas del CESE
REPERCUSIÓN EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN
La Vanguardia
Globovisión
Terra.es
Diario Clarin (Argentina)
Televisa (Mexico)
Ultimahora.com
Impactolatino.com
Antonio se sugestiona cada vez que pisa un banco, aunque la sucursal no pertenezca a la misma entidad en la que perdió su dinero. Más de 70.000 euros le fueron arrebatados de forma súbita y decidió echarse a la calle hace cuatro años. “En una ocasión me desmayé en la sucursal. Perdí el conocimiento y tuvo que venir una ambulancia a atenderme. Cuando entro a un banco, tan solo ver a los empleados ir de un sitio a otro me produce estrés y me sugestiono fácilmente. Esto no solo me costó los ahorros, también la salud en mi vida diaria”. Su testimonio da fe de algunas de las secuelas que han producido los fraudes financieros en la salud de los afectados. Ayer, decenas de ellos acudieron a la presentación del estudio Finanzas y Salud en Madrid, que tuvo lugar en la sede de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) en Madrid, con la colaboración de la Asociación en Defensa de los Accionistas de Bankia (AdaBankia).

Finsalud presentó resultados preliminares
Antonio cuenta su experiencia públicamente. Sin embargo, no todos quieren reconocer a una televisión que han sido objetos de un fraude. “La culpabilidad o la vergüenza juega un papel muy importante, por eso es complicado acceder a una muestra amplia. Nadie va diciendo por ahí que ha sufrido un fraude por parte de su banco de toda la vida”, explicó Milena Gobbo, psicóloga de la Fundación Finsalud y una de las responsables del desarrollo del estudio. Gobbo relató algunos de los testimonios que ha tenido que escuchar desde que en julio de 2015 Finsalud emprendiera esta iniciativa pionera en la que participan profesionales de la salud, abogados, profesores universitarios y miembros de asociaciones de usuarios financieros. También cuenta con la autorización del Comité de Ética del Hospital de la Paz. Según el profesor emérito de medicina preventiva y salud pública de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Otero, según la legislación española “siempre que se trabaja con personas, los proyectos de investigación, si son serios, tienen que estar avalados por un comité de ética”.

Decenas de afectados acudieron a la sede de Asufin en Madrid
“Yo he escuchado casos en los que el marido se plantea cómo contarle a su mujer y sus hijos que ha perdido sus ahorros. Es una situación muy difícil a la que los afectados se tienen que enfrentar”, expuso Gobbo, quien reconoció la dificultad para acceder a una amplia muestra porque hay una gran masa de afectados sumergida, oculta, al costarle reconocer lo que han sufrido. Según los datos preliminares del estudio –no definitivos- en un 85% de los casos, los afectados por preferentes reconocen tener una salud regular o mala, frente a la Encuesta Nacional de Salud en Madrid y Barcelona, que los cifra en un 20%.
“He perdido 116.000 euros. Pero no solo yo y mi marido. También mi hijo. Y eso es lo que más me duele y por lo que más sufro. Una de las cosas que más daño me hace es saber que mi hijo también ha perdido. Lo peor de todo es no poder dormir. He notado que no puedo concentrarme y me afecta al sueño”, reconoce una señora que no quiere relatar su historia frente a una cámara de televisión. “Además de que me pongo nerviosa, me altero cuando hablo de ello en público. A mí me ha afectado también en el carácter. Estoy irascible”, explica esta mujer con la voz entrecortada.
La afectación en el sueño o la mala calidad de éste es una de las principales secuelas de sufrir una pérdida súbita de dinero. Es mala o muy mala en un alto porcentaje. En lo que se refiere a afectados por hipotecas multidivisa, según estos datos aún preliminares, sólo un 40% duerme más de 7 horas al día. En el caso de los afectados por preferentes, sólo el 20%.
“España es un caso paradigmático”

Fernando Zunzunegui, patrono de Finsalud, atiende a los medios.
Ante las cámaras de La Sexta, el patrono de la Fundación Finsalud, abogado y profesor universitario Fernando Zunzunegui, con más de dos décadas de experiencia en este campo, explicó cómo surgió la idea de emprender una fundación que explicara como los fraudes financieros han afectado a la salud de las personas. “Tras los 2.500 personas que han pasado por el despacho de abogados por fraude financiero, nos dimos cuenta de que estas personas compartían unos patrones, que no eran nada habituales en el resto de clientes. Algunos se mostraban muy irascibles, nerviosos, alterados, y dijimos que algo serio tenía que haber detrás”.
Zunzunegui aseguró que “España es un caso paradigmático para explicar este caso. En ningún otro país se ha producido que miles de pequeños inversores personas perdieran de una forma tan inmediata todos sus ahorros. El perfil es gente mayor, en su mayoría jubilados o a punto de jubilarse, que ha visto cómo se esfumaban los ahorros de la jubilación, de toda su vida, súbitamente”.
Texto y fotos de Rubén Martínez