Hasta la fecha ha habido muy poca investigación sobre las consecuencias directas e indirectas en la vida social y la salud de las personas que han sufrido estos fraudes bancarios en un contexto de rupturas sociales e institucionalistas (Karanikolos et al., 2013). En el primer estudio elaborado por Finsalud sobre 188 personas afectadas por fraudes bancarios y ya publicado en Gaceta Sanitaria (M. V. Zunzunegui et al., 2017), se ha demostrado que las personas afectadas por estos fraudes tienen significativamente peor salud física, mayor malestar psicológico, mayor frecuencia de diagnósticos psiquiátricos, peor calidad de sueño y peor calidad de vida en general que la población española de la misma edad (M. V. Zunzunegui et al., 2017). Además, en este estudio se observó que las personas que habían recibido compensación económica por las pérdidas generadas por el fraude tenían mejores indicadores de salud que las que no habían recibido compensación, aunque continuaban manifestando peor salud que la población general de la misma edad, evaluada según los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2011-2012.
Un estudio previo en Estados Unidos ya había informado de resultados muy similares (Ganzini, McFarland & Cutler, 1990). Aunque en la última década los fraudes financieros han afectado a millones de personas en Estados Unidos y Europa, lo ocurrido en España tiene al menos dos características contextuales especiales: a) la dejación de responsabilidades de los entes reguladores, esencialmente el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, cuya misión es supervisar el sector financiero en España, y b) los fraudes cometidos por las cajas de ahorros, que históricamente habían sido establecidas con una misión social y contaban con el apoyo y la confianza de la población en general y de los ahorradores en particular.
Un estudio cualitativo ha permitido responder a nuevas preguntas sobre el proceso de decisión y las consecuencias que los fraudes bancarios tienen en la salud, calidad de vida y proyectos de futuro de las personas afectadas.
Objetivos:
El desarrollo de esta investigación pretende explorar tres objetivos fundamentales:
- Examinar cómo influye/influyó el contexto político, social, económico, familiar y biográficos de la persona que toma la decisión de aceptar un producto financiero fraudulento o un préstamo usurario.
- Documentar las consecuencias de los fraudes bancarios a través de los estados de anomia en la salud y la calidad de vida de la persona afectada.
- Describir la visión de futuro vital de las personas que han experimentado pérdidas por malas prácticas bancarias, según hayan o no hayan recibido compensación económica.
Para obtener más información acerca del estudio y/o la forma de colaborar en él, puede ponerse en contacto con nosotros: 91 781 40 62 – secretaria@finsalud.com
Objetivos:
El desarrollo de esta investigación pretende explorar tres objetivos fundamentales:- Examinar cómo influye/influyó el contexto político, social, económico, familiar y biográficos de la persona que toma la decisión de aceptar un producto financiero fraudulento o un préstamo usurario.
- Documentar las consecuencias de los fraudes bancarios a través de los estados de anomia en la salud y la calidad de vida de la persona afectada.
- Describir la visión de futuro vital de las personas que han experimentado pérdidas por malas prácticas bancarias, según hayan o no hayan recibido compensación económica.